El Tiempo del Fin
Profecía del Futuro
El Juicio Contra El Pecado
He aquí que aquel cuya alma no es recta, se enorgullece; mas el justo por su fe vivirá.
Dios procedió a decirle a Habacuc que ciertamente sabía que los caldeos eran arrogantes, idólatras y despiadados. Pero reveló además que, a su debido tiempo, ellos también serían duramente castigados y su reino será enteramente demolido. Esto sucedió en el año 539 a. C., cuando la capital de los caldeos, Babilonia, fue derrocada por las fuerzas del Imperio medo-persa.
Pero ahí no termina la historia, ya que las profecías bíblicas a menudo son de naturaleza dual. Dios le dijo a Habacuc:
Esta declaración fue una clave vital para resolver el dilema de Habacuc. Dios le mostró que lo que estaba haciendo al advertir a Judá no era solo para su tiempo. Como explican otras profecías bíblicas, también era para un período futuro: “el tiempo del fin”, el período que conduce a los tres años y medio de espantosos problemas mundiales que culminarán con la segunda venida de Jesucristo.
Pero Habacuc no entendió esto al principio, así que Dios tuvo que ayudarle a ver más allá del limitado enfoque de su propio tiempo.
Sin embargo, no es difícil entender cómo se sentía Habacuc. Simplemente quería que su mundo se arreglara y que su pueblo se arrepintiera en ese mismo momento. Sinceramente, ¿no es así como nos sentimos en ocasiones? ¿No deseamos a veces que nuestra sociedad no tuviera que sufrir la violencia y el sufrimiento que se avecinan, según revela la profecía bíblica?
Al igual que Habacuc, lo último que quisiéramos es que nuestras naciones sean invadidas y derrotadas y que sus ciudades, pueblos y zonas rurales sucumban al fuego, y sus habitantes mueran por todas partes debido al hambre y el sufrimiento. Y aunque Dios protegerá eficazmente de varios aspectos de este horrible desastre a muchos de sus fieles seguidores, es muy posible que afecte a nuestros propios familiares, amigos y vecinos.
Pero a menos que se produzca un arrepentimiento, esos terribles castigos lamentablemente seguirán encaminándose velozmente hacia nuestras naciones. Como revela la profecía, cerca del fin de esta era Dios permitirá que los líderes humanos, influenciados por Satanás el diablo, formen el imperio más tiránico y cruel que jamás haya gobernado sobre la Tierra.
La profecía bíblica revela que, poco antes de la segunda venida de Cristo, surgirá en Europa este poderoso sistema de gobierno mundial de tipo babilónico.
El mundo y su sistema de corrupción económica se dirige a su propia destrucción por la raíz de todos los males la codicia y avaricia por el dinero que pretende gobernar la globalización del planeta
Esta gran superpotencia, descrita como una bestia terrible que tomara control del gobierno del mundo.
Las naciones conspiran contra el pueblo de Dios.
Las Escrituras se refieren a este devastador período como “tiempo de angustia para Jacob”.
El antiguo desplome profetizado de Judá fue un precursor de lo que está por venir, que según Cristo será la peor época de toda la historia humana.
Y más tarde, al igual que su antiguo predecesor caldeo, esta potencia mundial y bestial de los últimos tiempos será destruida por su soberbia le restan al valor autentico de la vida misma y mercadear el interés de su propio orgullo sin fundamento.