jueves, 20 de abril de 2023

Un Espíritu En Su Aliento

 La Creación del Hombre

Polvo de La Tierra

En Su Formación



Antes de que podamos comprender el destino eterno del hombre, necesitamos entender claramente qué es el hombre actualmente. Somos seres físicos, compuestos de unas cuantas sustancias químicas de la tierra. Así es como Dios nos creó: 

“Entonces el Eterno Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente” 

Génesis 2:7

Pero casi todas las religiones antiguas han enseñado erróneamente que el hombre es una entidad espiritual e inmaterial, confinada a un cuerpo físico por un tiempo limitado. También han enseñado que el hombre tiene una composición dual, es decir, que el ser humano es simultáneamente un cuerpo físico y un alma inmortal.

Aún en la actualidad, la mayoría de la gente cree que después de que nuestro cuerpo físico muere, nuestra “alma” —inmortal— continúa existiendo fuera del cuerpo, como una entidad viva y consciente. Esta idea de que tenemos un alma espíritual crece constantemente consciente por las Sagradas Escrituras,la Persona que siente piensa y actúa con conocimiento de lo que hace vive en la estructura de su creador una biologia materia,emocional,experiencial,y espíritual estos componentes los heredamos de nuestra fe y la sabiduria de la palabra de Dios, posiblemente desde el principio de la escritura como el Huerto de Edén, cuando Satanás convenció a Eva de que no moriría si desobedecía a Dios.

Y la mujer respondió a la serpiente: Del fruto de los árboles del huerto podemos comer; pero del fruto del árbol que está en medio del huerto dijo Dios: No comeréis de él, ni le tocaréis, para que no muráis. Entonces la serpiente dijo a la mujer: No moriréis;

Génesis 3:2-4

Por el contrario, la Biblia nos dice claramente que nuestra “alma” comienza su historia con la experiencia entre el árbol de la vida y el árbol del conocimiento del bien y el mal uno es es mortal y otro  inmortal, porque puede producir vida.Los profetas en su revelación declaraban la propiedad del alma del Padre en sabiduria.

He aquí que todas las almas son mías; como el alma del padre, así el alma del hijo es mía; el alma que pecare, esa morirá.

Ezequiel 18:4

 De hecho, las palabras comúnmente traducidas como “alma” en las Escrituras —nefesh en hebreo, en el Antiguo Testamento, y psyjé en griego, en el Nuevo Testamento— se refieren simplemente a criaturas físicas y mortales. Estas palabras son usadas no solo en referencia a los seres humanos, sino que también respecto a muchos tipos de animales, incluyendo aves, reptiles y peces.

La Biblia afirma claramente que la inmortalidad no es algo que ya poseemos. Pablo nos dice concretamente que solo Dios es inmortal.

Te mando delante de Dios, que da vida a todas las cosas, y de Jesucristo, que dio testimonio de la buena profesión delante de Poncio Pilato, que guardes el mandamiento sin mácula ni reprensión, hasta la aparición de nuestro Señor Jesucristo, la cual a su tiempo mostrará el bienaventurado y solo Soberano, Rey de reyes, y Señor de señores, el único que tiene inmortalidad, que habita en luz inaccesible; a quien ninguno de los hombres ha visto ni puede ver, al cual sea la honra y el imperio sempiterno. Amén.

1 Timoteo 6:13-16

 Él explica que somos “corruptibles” y “mortales” y que “es necesario que esto mortal se vista de inmortalidad” mediante el cambio de una existencia corruptible a una incorruptible, cuando Jesús retorne al sonar la trompeta final;

He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos; pero todos seremos transformados, en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados. Porque es necesario que esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad.

1 Corintios 15:51-53

compare con ;

En la actualidad, los siervos de Dios son aquellos que “buscan gloria, y honra e inmortalidad”, lo que comprueba que todavía no son inmortales. 

vida eterna a los que, perseverando en bien hacer, buscan gloria y honra e inmortalidad,

Romanos 2:7

 Sin embargo, ellos entienden que al sacrificar su vida por nosotros, Jesucristo “quitó la muerte y sacó a luz la vida y la inmortalidad por el evangelio”

La Redención del alma solo es por el sacrificio de Cristo.


La inmortalidad solo es posible por medio del Salvador de la humanidad, Jesucristo.
¡Vemos una vez más que el hombre es mortal, y que la vida humana es transitoria! Somos seres físicos que podemos morir y dejar de existir. Nuestra vida no mora en un alma supuestamente inmortal, y en la Biblia no existe ninguna enseñanza que apoye esta creencia. Cuando morimos, nuestra conciencia se detiene (Salmo 6:5; Ecclesiastes 9:5, Ecclesiastes 9:10); no se prolonga de otra manera distinta.

Porque en la muerte no hay memoria de ti; En el Seol, ¿quién te alabará?

Salmos 6:5

Porque los que viven saben que han de morir; pero los muertos nada saben, ni tienen más paga; porque su memoria es puesta en olvido.

Eclesiastés 9:5

Sí hay un elemento espiritual en la existencia del hombre, pero no tiene nada que ver con el concepto de un alma inmortal y si un espíritu con cristo.

Me volví y vi debajo del sol, que ni es de los ligeros la carrera, ni la guerra de los fuertes, ni aun de los sabios el pan, ni de los prudentes las riquezas, ni de los elocuentes el favor; sino que tiempo y ocasión acontecen a todos.

Eclesiastés 9:11