miércoles, 16 de noviembre de 2022

El Ensayo de la Personalidad

 

Entre el hombre creación y mujer Formación de la vida


La inmortalidad del alma


Marcados Por Su Palabra Ezequiel 18:4 NVI


La persona que peque morirá. Sepan que todas las vidas me pertenecen, tanto la del padre como la del hijo.

Ezequiel 18:4



Mucha gente en la actualidad cree que la Biblia enseña que cuando una persona muere, tiene un alma inmortal que permanece consciente después de la muerte y se va al cielo a vivir con Dios o a sufrir algún tipo de tormento eterno en el infierno. Sin embargo, esto de ninguna manera es lo que la Biblia enseña. Por el contrario, nos dice que el hombre es un alma mortal que puede dejar de existir, y que morir es “el sueño de la muerte”.

Marcados Salmo 13:3 NVI  Señor y Dios mío, mírame y respóndeme; ilumina mis ojos. Así no caeré en el sueño de la muerte;

Salmo 13:3

La Biblia compara reiteradamente la muerte con el sueño y no con la existencia consciente — un sueño del que debemos ser despertados en una futura resurrección ( Daniel 12:2; Job 14:12-14; 1ro Corintios 11:30, El Misterio 15:51; 1ra Tesalonicenses 4:13-14). La Escritura afirma explícitamente que “los muertos nada saben” (Eclesiastés 9:5). Además, asegura que “en el Seol [tumba]. . . no hay obra, ni trabajo, ni ciencia, ni sabiduría” (v. 10).

Muchos reconocen que la Biblia enseña sobre una resurrección futura. El argumento tradicional sostiene que el alma inmortal parte a una existencia incorpórea, peroconsciente, en el momento de la muerte, y que la resurrección es la restauración de un cuerpo renovado en el futuro para que el alma vuelva a habitarlo. Esto tiene que ver con lo que se llama estado intermedio de los muertos: el periodo de existencia entre la muerte del cuerpo y la futura resurrección.

Dadas las comparaciones bíblicas con el sueño, algunos se refieren despectivamente a la creencia en este estado intermedio de inconsciencia como “sueño del alma”. Sin embargo, esto es simplemente tomar la Escritura al pie de la letra, mientras que la creencia en un alma incorpórea en la otra vida no proviene de la Biblia, sino de la religión y la filosofía paganas.

Algunos han reconocido la verdad de este asunto durante siglos. Sin duda, muchos de los protestantes hoy en día se sorprenderían al enterarse que el personaje clave que se considera el héroes de la fe para los gentiles escribio sobre la inmortalidad del alma y de la idea de la conciencia en la muerte. El apóstol Pablo enseño sobre el sueño del alma, al igual que el profeta Ezequiel y Daniel inspirados por la escritura Escrituras dentro del pacto de la ley en la dimensión de la creación.

Eclesiastés 7:28:lo que aún busca mi alma, y no lo encuentra: un hombre entre mil he hallado, pero mujer entre todas éstas nunca hallé.


Arrepentios y Convertios