Salmo 23
De Los Pastores
Jehová es mi pastor; nada me faltará.
La confianza en la gracia y el cuidado de Dios.“Jehová es mi pastor”. Estas palabras enseñan al creyente a experimentar satisfacción por el cuidado del gran Pastor de la creación del universo, el Redentor y Preservador de toda su humanidad. Con gozo reflexionemos que tienemos un pastor y ese pastor es Jehová el Pastor de los Pastores. Un rebaño de ovejas, dulces e inofensivas, en crecimiento y madures que se alimenta en pastos verdes al cuidado de un pastor tierno, diestro y vigilante, constituye un emblema de los creyentes traídos de vuelta al Pastor de sus almas. La mayor de las abundancias sólo es una pastura seca para las obejas sin pastor, que se deleita sólo en lo que complace a los sentidos, pero para la manada bajo el cuidado del Pastor,que por fe saborea la bondad de Dios en todo lo que disfruta,no sufre el descuido de la existencia del campo silvestre uno que le rodea con amenazas y peligros en los prados sin pastor muchas veces sin pastos verdes ni agua. Pero el Señor siempre cuida de su rebaño da quietud y contentamiento mental, cualquiera sea la situación esta al pendiente de su rebaño. Somos bendecidos con los verdes pastos de los mandamientos; no pensemos que basta con pasar por ellos; permanezcamos en ellos. Las consolaciones del Espíritu del Pastor son las aguas de reposo a las cuales son conducidos los creyentes que son llevados;a los arroyos que fluyen de la Fuente del agua viva. Son dirigidos a las aguas de reposo del consuelo los que andan en sendas de la justicia. El camino del deber en protección y cuidado del rebaño es el camino verdaderamente placentero en su plenitud el Pastor sacia toda necesidad.
En lugares de delicados pastos me hará descansar; Junto a aguas de reposo me pastoreará.
La obra de justicia es la paz. En la existencia de los campos silvestress no podemos andar sin el Pastor el nos guía a y nos sigue guiando en su paz y justicia. El descontento y la desconfianza proceden de la incredulidad; un camino inestable es la consecuencia; entonces, sencillamente confiemos en el cuidado de nuestro Pastor y obedezcamos su voz.
Confortará mi alma; Me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre.
El valle de sombra de muerte puede denotar la aflicción más severa y terrible o la sombría dispensación de la providencia bajo la cual puede haber llegado a estar el salmista. Entre la parte del rebaño en la tierra y la que se ha ido al cielo, la muerte yace como un valle oscuro que se debe pasar yendo de una a otra, pero, aun en esto, hay palabras que aminoran el terror. Sólo es la sombra de la muerte: la sombra de una serpiente no envenena, tampoco mata la sombra de la espada. Es un valle, sin duda hondo, tenebroso y cenagoso, pero los valles son a menudo fértiles y, así la misma muerte es fértil en consolaciones para el pueblo de Dios. Es un camino que atraviesa; no se perderán en este valle, sino llegarán a salvo a la montaña del otro lado.La muerte es un rey de terrores, pero no para las ovejas de Cristo. Cuando llegan a morir, Dios reprende al enemigo; Él las guiará con su vara y las sustentará con su cayado. En el evangelio hay bastante para alentar a los creyentes cuando mueren, y bajo ellos están los brazos eternos.
El pueblo del Señor tiene un festín en su mesa con las provisiones de su amor. Satanás y los malas experiencias de este mundo no son capaces de destruir la corrección del alma en Cristo cuando ellos están ungidos con el Espíritu Santo y beben de la copa de la salvación que siempre está llena.
La experiencia pasada enseña a los creyentes a confiar que el bien y la misericordia de Jehová los sigan todos los días de su vida, y su deseo y determinación aquí es buscar su felicidad en el servicio de Dios y esperan disfrutar de su amor por siempre en el reino de su justicia. Mientras estén aquí, el Señor puede hacer grata cualquier situación por la unción de su Espíritu y los beneficios de su salvación. Pero quienes se complacen con las bendiciones de su casa deben estar cerca de los deberes y el compromiso con esta para alcanzar el bien y su misericordia moraremos y viviremos bajo las promesas del espíritu de su Palabra.
