viernes, 25 de agosto de 2023

La Profecía de Habacuc

El Tiempo del Fin

Profecía del Futuro

El Juicio Contra El Pecado



He aquí que aquel cuya alma no es recta, se enorgullece; mas el justo por su fe vivirá.

Habacuc 2:4


 Dios procedió a decirle a Habacuc que ciertamente sabía que los caldeos eran arrogantes, idólatras y despiadados. Pero reveló además que, a su debido tiempo, ellos también serían duramente castigados y su reino será enteramente demolido. Esto sucedió en el año 539 a. C., cuando la capital de los caldeos, Babilonia, fue derrocada por las fuerzas del Imperio medo-persa.

Pero ahí no termina la historia, ya que las profecías bíblicas a menudo son de naturaleza dual. Dios le dijo a Habacuc: 

Esta visión es para un tiempo futuro. Describe el fin, y este se cumplirá. Aunque parezca que se demora en llegar, espera con paciencia, porque sin lugar a dudas sucederá. No se tardará. »¡Mira a los orgullosos! Confían en sí mismos y sus vidas están torcidas. Pero el justo vivirá por su fidelidad a Dios.

Habacuc 2:3-4

Esta declaración fue una clave vital para resolver el dilema de Habacuc. Dios le mostró que lo que estaba haciendo al advertir a Judá no era solo para su tiempo. Como explican otras profecías bíblicas, también era para un período futuro: “el tiempo del fin”, el período que conduce a los tres años y medio de espantosos problemas mundiales que culminarán con la segunda venida de Jesucristo.

Pero tú, Daniel, guarda en secreto las palabras y sella el libro hasta el tiempo del fin, pues muchos andarán de un lado a otro tratando de aumentar su conocimiento”.

Daniel 12:4

 Pero Habacuc no entendió esto al principio, así que Dios tuvo que ayudarle a ver más allá del limitado enfoque de su propio tiempo.

Sin embargo, no es difícil entender cómo se sentía Habacuc. Simplemente quería que su mundo se arreglara y que su pueblo se arrepintiera en ese mismo momento. Sinceramente, ¿no es así como nos sentimos en ocasiones? ¿No deseamos a veces que nuestra sociedad no tuviera que sufrir la violencia y el sufrimiento que se avecinan, según revela la profecía bíblica?

Al igual que Habacuc, lo último que quisiéramos es que nuestras naciones sean invadidas y derrotadas y que sus ciudades, pueblos y zonas rurales sucumban al fuego, y sus habitantes mueran por todas partes debido al hambre y el sufrimiento. Y aunque Dios protegerá eficazmente de varios aspectos de este horrible desastre a muchos de sus fieles seguidores, es muy posible que afecte a nuestros propios familiares, amigos y vecinos.

Pero a menos que se produzca un arrepentimiento, esos terribles castigos lamentablemente seguirán encaminándose velozmente hacia nuestras naciones. Como revela la profecía, cerca del fin de esta era Dios permitirá que los líderes humanos, influenciados por Satanás el diablo, formen el imperio más tiránico y cruel que jamás haya gobernado sobre la Tierra.

El plan secreto de la maldad ya se está desarrollando; sólo falta que lo que lo detiene sea quitado de en medio. Entonces aparecerá aquel inicuo; pero el Señor lo consumirá con el soplo de su boca y lo destruirá con el resplandor de su venida. Ese malvado será instrumento de Satanás, y vendrá haciendo toda clase de milagros, señales y falsas maravillas. Engañará con toda perversidad a los que van a la perdición por haber dicho «no» a la verdad, y por haberse negado a amarla, lo cual los habría salvado.

2 Tesalonicenses 2:7-10

 La profecía bíblica revela que, poco antes de la segunda venida de Cristo, surgirá en Europa este poderoso sistema de gobierno mundial de tipo babilónico.

Y el dragón se paró a la orilla del mar. Vi entonces que una bestia surgía de las aguas del mar. Tenía siete cabezas, diez cuernos y diez coronas sobre sus cuernos. Y en cada una de las cabezas tenía escritos nombres que insultaban a Dios. Parecía un leopardo, pero tenía pies de oso y boca de león. El dragón le entregó a la bestia el poder, el trono y la gran autoridad que poseía. Una de las cabezas de l a bestia parecía herida de muerte, pero sanó. El mundo, maravillado de semejante milagro, siguió a la bestia. Adoraron al dragón, que le había dado el poder a la bestia, y asimismo adoraron a la bestia. «¿Quién como la bestia?» —exclamaron—. «¿Quién podrá pelear contra ella?».

Apocalipsis 13:1-4

 El mundo y su sistema de corrupción económica se dirige a su propia destrucción por la raíz de todos los males la codicia y avaricia por el dinero que pretende gobernar la globalización del planeta

y con voz potente gritó: «¡Ya cayó, ya cayó la gran Babilonia! Babilonia se ha convertido en guarida de demonios, en antro de espíritus inmundos y en nido de toda ave impura y odiosa, porque las naciones se han embriagado con el vino excitante de su adulterio, los gobernantes de la tierra se han entregado con ella a los placeres, y los comerciantes de la tierra se han enriquecido con la abundancia de lujos que ella despilfarraba».

Apocalipsis 18:2-3

Esta gran superpotencia, descrita como una bestia terrible que tomara control del gobierno del mundo.

»Luego la cuarta bestia que vi en mis visiones nocturnas surgió del océano, demasiado terrible y espantosa, tanto que no la puedo describir, e increíblemente fuerte. Devoraba a todas sus víctimas desgarrándolas con sus enormes dientes de hierro, y aplastaba las sobras bajo sus patas. Era diferente de todas las otras bestias, y tenía diez cuernos. Mientras estaba mirando los cuernos, de repente otro cuerno pequeño apareció entre los demás, y tres de los primeros cuernos fueron arrancados, con sus raíces, para darle lugar al pequeño. Este cuerno pequeño tenía ojos de hombre y una boca que hablaba con arrogancia.

Daniel 7:7-8

Las naciones conspiran contra el pueblo de Dios.

»Si persisten en su desobediencia, los castigaré siete veces más fuerte por su pecado. Quebrantaré su orgulloso poder, y haré que el cielo sea como acero y la tierra como bronce. Gastarán sus fuerzas en vano, porque la tierra no producirá, ni sus árboles darán fruto.

Levítico 26:18-20

Las Escrituras se refieren a este devastador período como “tiempo de angustia para Jacob”.

 «¿Dónde hallaremos paz?» claman. «No hay sino miedo y temblor». ¿Dan a luz los hombres? ¿Por qué están entonces ahí, con rostro ceniciento, con las manos apretadas contra la cintura como mujeres a punto de dar a luz? ¡Ay! en toda la historia, ¿cuándo hubo jamás un tiempo de terror como ese que se le viene encima a Israel? Es tiempo de mucho sufrimiento para mi pueblo —para Jacob— como nunca lo experimentaron antes. ¡Pero Dios los librará! Pues en aquel día, dice el Señor de los ejércitos, yo quebrantaré ese dominio extranjero que pesa sobre ti como yugo y te haré libre,

Jeremías 30:5-8

El antiguo desplome profetizado de Judá fue un precursor de lo que está por venir, que según Cristo será la peor época de toda la historia humana. 

porque como la persecución que entonces se desatará no se habrá desatado ninguna en la historia, ni se desatará después. Si aquellos días no fueran acortados, la humanidad entera perecería; pero serán acortados por el bien de los escogidos de Dios.

Mateo 24:21-22

Y más tarde, al igual que su antiguo predecesor caldeo, esta potencia mundial y bestial de los últimos tiempos será destruida por su soberbia le restan al valor autentico de la vida misma y mercadear el interés de su propio orgullo sin fundamento.

Los gobernantes del mundo que tomaron parte en sus inmoralidades y se deleitaron con sus lujos, llorarán y lamentarán ante sus restos humeantes. Desde la distancia, la contemplarán temblorosos de miedo al ver semejante castigo, y gritarán: «¡Pobre, pobre Babilonia, la gran ciudad poderosa! ¡En un instante te llegó el juicio!». Los mercaderes de la tierra sollozarán y se lamentarán, porque ya no habrá nadie que les compre.

Apocalipsis 18:9-11


La Gran Comisión