lunes, 10 de julio de 2023

La Presencia de Dios

La Shekhiná  

El Camino Profético

Al Aire del Día



 Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor.

1 Tesalonicenses 4:17

Para responder a cada profecía es fundamental tener una experiencia personal con la presencia de Dios Padre en su manifestación celestial con su hij@ amado nos paramos correctamente ante su presencia dentro de su espíritu de vida en Cristo, permítame en primer lugar hacer una breve reseña de algunos eventos que están por acontecer en el futuro, en la tierra lo cual nos coloca en transición para estar de pies ante su Shekhiná. Todo comenzará con el rapto o arrebatamiento de la iglesia, de lo cual tiene su narrativa en la carta de Tesalonicense.

Por lo cual os decimos esto en palabra del Señor: que nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la venida del Señor, no precederemos a los que durmieron. Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor.

1 Tesalonicenses 4:15-17


 Una vez que la iglesia sea arrebatada por el Señor para recibir al Señor en el aire, sobre la tierra se iniciará un periodo de siete años conocido como tribulación. Durante este tiempo, Dios derramará su ira sobre el mundo incrédulo, por medio de los juicios de los sellos, de las trompetas y de las copas. Durante este tiempo también, Dios levantará 144.000 mensajeros para el Pueblo de Dios, por medio de quienes, muchas personas, tanto de origen judío como gentil, recibirán a Cristo como Salvador. La gran mayoría de estos nuevos creyentes sufrirán el martirio en manos del Anticristo y un sistema  de gobierno inoperante en justicia y si en represión. Serán relativamente pocos los creyentes que queden con vida hasta el final de la tribulación. Al final de la tribulación vendrá el Señor Jesucristo por segunda vez. De esto da cuenta el libro de Apocalipsis donde dice: 

Entonces vi el cielo abierto; y he aquí un caballo blanco, y el que lo montaba se llamaba Fiel y Verdadero, y con justicia juzga y pelea. Sus ojos eran como llama de fuego, y había en su cabeza muchas diademas; y tenía un nombre escrito que ninguno conocía sino él mismo. Estaba vestido de una ropa teñida en sangre; y su nombre es: EL VERBO DE DIOS. Y los ejércitos celestiales, vestidos de lino finísimo, blanco y limpio, le seguían en caballos blancos. De su boca sale una espada aguda, para herir con ella a las naciones, y él las regirá con vara de hierro; y él pisa el lagar del vino del furor y de la ira del Dios Todopoderoso. Y en su vestidura y en su muslo tiene escrito este nombre: REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES.

Apocalipsis 19:11-16

Así es como relata la Biblia la segunda venida de Cristo. Tan pronto Jesucristo ponga sus pies sobre la tierra, tendrá lugar la batalla de Armagedón, en la cual Jesucristo acabará con todo el poder militar del Anticristo y sus aliados. De esto nos continúa hablando el libro de revelaciones proféticas en la escritura dice: 

Y vi a la bestia, a los reyes de la tierra y a sus ejércitos, reunidos para guerrear contra el que montaba el caballo, y contra su ejército. Y la bestia fue apresada, y con ella el falso profeta que había hecho delante de ella las señales con las cuales había engañado a los que recibieron la marca de la bestia, y habían adorado su imagen. Estos dos fueron lanzados vivos dentro de un lago de fuego que arde con azufre. Y los demás fueron muertos con la espada que salía de la boca del que montaba el caballo, y todas las aves se saciaron de las carnes de ellos.

Apocalipsis 19:19-21

 Al final de la batalla de Armagedón, la tierra estará en condiciones deplorables y los sobrevivientes serán algunos creyentes, los que recibieron a Cristo durante la tribulación y quedaron vivos hasta el final de la misma, algunos de ellos serán de origen gentil y otros de origen judío. Además de ellos, quedarán vivos algunos incrédulos tanto judíos como gentiles. Entonces ocurrirán dos eventos. El uno se llama juicio a las naciones, cuyo relato aparece en Mateo 25:31-46. Al final de este juicio, sobre la tierra quedarán exclusivamente creyentes de origen gentil. Simultáneamente a este juicio, ocurrirá lo que se llama el juicio a Israel, cuyo relato aparece en Ezequiel 20:33-38. Al final de este juicio, sobre la tierra quedarán exclusivamente creyentes de origen judío. En otras palabras, luego del juicio a las naciones y del juicio a Israel, sobre la tierra no habrá un solo incrédulo sino solo creyentes, algunos de origen gentil y otro de origen judío. Serán estos creyentes quienes entrarán al reino milenial sobre la tierra. Son personas de carne y hueso, quienes estarán en capacidad de reproducirse normalmente. ¿Dónde estará la iglesia durante este tiempo? 

Pues con el Señor, porque eso es lo que dice la Biblia en 1 Tesalonicenses 4:17 

“y así estaremos siempre con el Señor” 

La morada de la iglesia con el Señor será en la nueva Jerusalén. De esto nos hablan textos como Hebreos  donde dice: 

sino que os habéis acercado al monte de Sion, a la ciudad del Dios vivo, Jerusalén la celestial, a la compañía de muchos millares de ángeles, a la congregación de los primogénitos que están inscritos en los cielos, a Dios el Juez de todos, a los espíritus de los justos hechos perfectos, a Jesús el Mediador del nuevo pacto, y a la sangre rociada que habla mejor que la de Abel.

Hebreos 12:22-24

 Este es el lugar que Cristo está preparando para los suyos. Hasta donde se puede saber, la nueva Jerusalén, estará suspendida sobre la tierra, y será la habitación de todos los creyentes durante toda la eternidad. En Apocalipsis se describe como se ve a la nueva Jerusalén descendiendo del cielo a los nuevos cielos y la nueva tierra. Dice así:

Y yo Juan vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén, descender del cielo, de Dios, dispuesta como una esposa ataviada para su marido.

Apocalipsis 21:2

 ¿Qué estará haciendo la iglesia durante el milenio? Bueno, leamos lo que habla la escritura

 donde dice: 

Porque no sujetó a los ángeles el mundo venidero, acerca del cual estamos hablando; pero alguien testificó en cierto lugar, diciendo: ¿Qué es el hombre, para que te acuerdes de él, O el hijo del hombre, para que le visites? Le hiciste un poco menor que los ángeles, Le coronaste de gloria y de honra, Y le pusiste sobre las obras de tus manos; Todo lo sujetaste bajo sus pies. Porque en cuanto le sujetó todas las cosas, nada dejó que no sea sujeto a él; pero todavía no vemos que todas las cosas le sean sujetas.

Hebreos 2:5-8

 Dios dio al hombre el dominio sobre toda la creación, así se lo ve en Génesis 1:28, pero el hombre perdió este privilegio cuando cayó en pecado. Sin embargo, los que somos creyentes, volveremos a tener este privilegio. Eso acontecerá en el futuro reino milenial. Todo como resultado de la muerte de Cristo por el pecador. La Biblia por tanto muestra a los creyentes como un real sacerdocio.

Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable;

1 Pedro 2:9

 En resumen entonces, durante el milenio, la iglesia no morará en la tierra, sino en la nueva Jerusalén. Desde allí estará reinando juntamente con Cristo, ejerciendo dominio sobre los súbditos del reino milenio, quienes estarán morando en la tierra.

Sobre estos fundamentos viva la iglesia autentica en su libertad por la revelación de su palabra profética desde Genesis hasta nuestro, Apocalipsis dice el Pacto eterno de Dios: 

y de Jesucristo el testigo fiel, el primogénito de los muertos, y el soberano de los reyes de la tierra. Al que nos amó, y nos lavó de nuestros pecados con su sangre, y nos hizo reyes y sacerdotes para Dios, su Padre; a él sea gloria e imperio por los siglos de los siglos. 

Amén.

Apocalipsis 1:5-6

En Su Presencia