miércoles, 9 de noviembre de 2022

El Plan Maestro del Creador

 Los planes para nuestra maravillosa tierra futura aun antes de crear a nuestros primeros padres, Adán y Eva. Él diseñó nuestro destino y fue parte del gran plan y propósito de Dios, incluso antes de que este mundo existiera. Ya en ese entonces Dios había decidido que solo un perfecto Rector y Redentor podría llevar a cabo su plan maestro, porque previó que los seres humanos se desviarían del camino que les había trazado.

Dios nos salvó y nos llamó a ser su pueblo santo. No lo hizo por lo bueno que habíamos hecho, sino porque así lo quiso por su generoso amor. Ese amor nos lo dio antes del inicio del tiempo mediante Jesucristo.

2 Timoteo 1:9

Al crear al primer hombre y a la primera mujer, Adán y Eva, Dios les dio a escoger entre dos caminos de vida. Les entregó a ambos claras instrucciones para que disfrutaran de su compañia dentro del árbol de la vida. Como su creador, Dios quería que ellos desarrollaran una estrecha relación personal con él. El árbol de la vida en el Huerto de Edén simbolizaba una relación basada en la obediencia, que los conduciría a la plenitud de vida habitando en unión con su palabra.

Génesis 2:9:Y Jehová Dios hizo nacer de la tierra todo árbol delicioso a la vista, y bueno para comer; también el árbol de vida en medio del huerto, y el árbol de la ciencia del bien y del mal.
Génesis 3:22:Y dijo Jehová Dios: He aquí el hombre es como uno de nosotros, sabiendo el bien y el mal; ahora, pues, que no alargue su mano, y tome también del árbol de la vida, y coma, y viva para siempre.

No obstante, tenían también otra opción—¡una que podría resultar desastrosa! En lugar de escoger la vida mediante la obediencia a Dios, podían optar por una vida de desobediencia a Dios en la que decidirían por sí mismos qué era bueno y qué era malo. Esta alternativa estaba simbolizada por otro árbol del huerto: el árbol del conocimiento del bien y del mal (Génesis 2:15-17Génesis 3:1-6). Dios les ordenó explícitamente no comer de este árbol, pero no les impidió hacerlo, sino que les dio libre albedrío.

Mediante sus deliberadas acciones, Adán y Eva rechazaron el camino de vida que Dios les había ordenado (Génesis 3:6). En lugar de confiar en Dios para que les mostrara la manera correcta de vivir, escogieron el confiar en sí mismos. Se embarcaron así en un camino equivocado, que es una mezcla del bien y el mal.

Como consecuencia de su decisión acarrearon sobre sí mismos la pena del pecado, que es sufrimiento y muerte pero en Cristo todo arrepentimiento cambia las cosas(Romanos 6:24-26). Desde aquel momento, la humanidad ha seguido su ejemplo y se ha corrompido por el pecado (Romanos 5:12-15)Todos han fracasado en seguir el camino revelado de Dios (Romanos 3:23). Hasta nuestros días la humanidad sigue en este mismo camino, que lleva a la muerte (Romanos3-9-1o).

Por este motivo, el plan de Dios contempla una temporada,con el Mesías, “el cordero Ley de Justicia de Dios, que quita el pecado del mundo” (Juan 1:29). Por medio del sacrificio de Jesucristo los seres humanos pueden ser reconciliados con Dios, y el perdón de sus pecados que Dios les concede anula la pena de muerte (Colosenses 1:20-22).

Gracias al perdón y a la ayuda de Dios, el hombre puede corregir su camino de vida para recibir de él el regalo de la vida de la plenitud de bendición (Romanos 6:23; Romanos 8:9-14). El destino del hombre radica en esta vida con Cristo donde puede reconciliarse con Dios en una experiencia de Transformción para que su alma  fluya hacia la vida  El camino hacia una perfecta libertad.


Dejo la Elección a su Libre Alberdrío