sábado, 31 de diciembre de 2022

Revelación de Reino

 «Estos asuntos obedecen a la soberanía del Padre»

Jesús respondió: —Bendito eres, Simón hijo de Juan, porque mi Padre que está en el cielo te lo ha revelado. No lo aprendiste de ningún ser humano.

Mateo 16:17

Jesús dijo que todos estos asuntos obedecen a la soberanía del Padre y para quienes a Él le place revelárselos. Por tanto, su comprensión y aplicación no es facultad de la sabiduría humana, ni capacidades de investigación de la inteligencia del hombre. Revelación, no es invención de la Escritura, es decir que no consiste en inventar que hay algo nuevo y tener la actitud presuntuosa de que estamos diciendo algo que nadie haya dicho. La base de la revelación parte de la iluminación que el Espíritu Santo trae a nuestras mentes sobre lo declarado por Dios en su Palabra.

Revelación no es especulación de la Escritura, tratar que la Palabra diga lo que yo quiero y no lo que ella dice, fuerza la interpretación del texto, y lo lleva fuera de su contexto.  Revelación, no es alegorización de la Escritura, usar un pasaje para presentar asuntos imaginarios y novedosos que el texto no enseña. Muchos gritan: “¡Eureka!”, creyendo haber hallado en las Escrituras un diamante de revelación, pero al exponerlo a la luz de la Palabra y particularmente a través del filtro del nuevo pacto, nos damos cuenta que es un vidrio roto.

La revelación proviene de Jesucristo, por lo tanto, no puede ser provocada por medios humanos, es una atribución de su propio Espíritu. La revelación no viene incorporada, es parte de una dinámica unida a la luz de su palabra que nace de la comunión con el Espíritu Santo y de la profundización en la Palabra, que se desarrolla cuando aprendemos a entender. No debemos partir de preconceptos tradicionales.


Tal como antes les escribí brevemente, Dios mismo me reveló su misterioso plan. Cuando lean esto que les escribo, entenderán la percepción que tengo de este plan acerca de Cristo. Dios no se lo reveló a las generaciones anteriores, pero ahora, por medio de su Espíritu, lo ha revelado a sus santos apóstoles y profetas.

Efesios 3:3-5

La revelación no es el fin, es el medio para conocer al Dios eterno, su reino eterno, su propósito eterno y su pacto eterno. Por ende, vivir sin revelación es lo más trágico que le puede ocurrir a un hijo de Dios, porque sería sinónimo de estar bajo los términos de una religión. En cambio, cuando existe una íntima comunión con el Padre, se dará un constante crecimiento en su conocimiento, su propósito y su palabra.

Este es el valor central de la revelación, nos permite conocer al Señor en el Espíritu. Transforma nuestras vidas para ser efectivos en el cumplimiento de la asignación que Dios nos ha confiado en el reino. Todo esto será posible, si nos abrimos completamente a esta revelación.

Job 37:19:Muéstranos qué le hemos de decir; Porque nosotros no podemos ordenar las ideas a causa de las tinieblas.

 Por eso necesitamos la iluminación del Espíritu, que nos traiga la revelación de la verdad inspirada en su palabra, a fin de salir de la oscuridad mental que tenemos y entender la escritura en su contexto actual y completo dentro de su palabra como ley y gracia. 

Romanos 3:21:Pero ahora, aparte de la ley, se ha manifestado la justicia de Dios, testificada por la ley y por los profetas
Reflejando en el diario vivir, dentro de la realidad del reino de Dios y su Justicia.Alabanza y Adoración al Rey redentor y señor nuestro que gobierna con paz nuestros corazones.

Romanos 3:22:la justicia de Dios por medio de la fe en Jesucristo, para todos los que creen en él. Porque no hay diferencia,


Una Transformación Reveladora