En muchos lugares de la Escritura se exalta la fidelidad de Dios. .
¿Cuan Confiable es su Palabra?
Su Fidelidad Es La Belleza de su Gracia
La palabra hebrea traducida como "fidelidad" significa "constancia, firmeza, fidelidad". Lo contrario de ser fiel es ser siempre cambiante o vacilante.
Aquí la fidelidad se equipara con la Palabra de Dios. Dios habla una verdad interminable. Si Dios habló algo hace mil años, sigue siendo válido. Él es fiel a Su Palabra, porque Su Palabra es una expresión de Su carácter. Las promesas que hizo siguen siendo ciertas porque Él no cambia y su fidelidad es constante por todos los tiempos el se muestra de generación en generación.
Porque yo Jehová no cambio; por esto, hijos de Jacob, no habéis sido consumidos.
Vemos esto ilustrado desde una perspectiva humana en una pareja casada por muchos años. Cuando la esposa yace en su lecho de muerte, su esposo se sienta cerca sosteniendo su mano. Él no la deja, aunque ella ya no lo reconoce. Él es fiel a las promesas que le hizo. Del mismo modo, Dios sigue siendo fiel a Sus promesas, aunque a menudo le seamos infieles.
Aprendemos a confiar en el carácter de una persona al conocerla. No confiaríamos nuestra cuenta bancaria a un extraño que conocimos en la fila de la oficina del correo - no tenemos experiencia con él. No conocemos su carácter. Antes de conocer a Dios, tenemos miedo de confiar en Él. Todavía no sabemos quién es o qué puede hacer. Aprendemos a confiar en Dios conociendo Su carácter. Hay tres maneras de llegar a conocerlo: estudiando Su Palabra, analizando Su obra en nuestras propias vidas, y aprendiendo a seguir Su voz en el valor de su infinito amor dentro de su palabra.
Si fuéremos infieles, él permanece fiel; Él no puede negarse a sí mismo.