martes, 11 de abril de 2023

Cultivando Él Fruto de la Vid

 Fuente de Vida 

El Espíritu de su Palabra

La Biblia

Pon toda tu confianza en Dios y no en lo mucho que sabes.

Proverbios 3:5

Dios nos advierte que, en asuntos de orden natural y espiritual, no confiemos en nuestro propio entendimiento (Proverbios 3:5). Con sólo nuestras capacidades naturales, no podemos entender correctamente muchos aspectos de la Palabra de Dios. El apóstol Pablo nos dice por qué no debemos confiar en nuestra propia mente: “Por cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios; porque no se sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden; y los que viven según la carne no pueden agradar a Dios”. En otras palabras, sin el poder del Espíritu de Dios, somos incapaces de controlar la naturaleza humana.

Por cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios; porque no se sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden; y los que viven según la carne no pueden agradar a Dios.

Romanos 8:7-8


Esta es la razón por la que muchos que leen la Biblia no aceptan lo que ésta dice. Aunque no lo reconocen, abrigan una innata hostilidad hacia la absoluta autoridad de la Palabra de Dios sobre sus vidas.

El apóstol Pablo aclara también que el Espíritu de Dios es la única solución al problema de la naturaleza humana: “Mas vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros”. Sólo con la fortaleza y el entendimiento que Dios nos da por medio de su Espíritu podemos obtener el poder espiritual para vencer el dominio de nuestra naturaleza humana.

Mas vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él.

Romanos 8:9

Sin la ayuda del Espíritu de Dios, la perspectiva del amor de una persona es desvirtuada por sus apetitos carnales y por la influencia que Satanás ejerce en la formación de sus creencias y principios. Incluso aquellos que tienen un considerable entendimiento de los caminos de Dios y que por su propia fuerza tratan de obedecerlo (como los primeros discípulos de Jesús antes de que recibieran el Espíritu Santo), son desviados por los deseos y debilidades de la carne. Jesús mismo advirtió a sus discípulos: 

“Velad y orad, para que no entréis en tentación;

 el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil”

 Mateo 26:41 

Aun después de su conversión, Pablo mismo se puso como ejemplo para explicar cuán fuerte y ampliamente las debilidades en la moral humana controlan el comportamiento:Encontrandose con el otro que solo es copia y no original Pablo decia

“Lo que hago, no lo entiendo; pues no hago lo que quiero, sino lo que aborrezco, eso hago . . . De manera que ya no soy yo quien hace aquello, sino el pecado que mora en mí. Y yo sé que en mí, esto es, en mi carne, no mora el bien; porque el querer el bien está en mí, pero no el hacerlo” 

Romanos7:15-18

,Mas con la ayuda del Espíritu de Dios, Pablo vio que podía resistir con éxito los deseos de la naturaleza humana

Cristo me da fuerzas para enfrentarme a toda clase de situaciones.

Filipenses 4:13

La batalla de la fe es parte de un viento recio que nos arrebata al tercer cielo.

He peleado la buena batalla, he llegado al final de la carrera y me he mantenido fiel. Por lo demás, me espera la corona de justicia que el Señor, juez justo, me dará en aquel gran día. Y no sólo a mí, sino a todos los que con amor esperan su venida.

2 Timoteo 4:7-8

 Él declaro

 “Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte” 

porque el poder vivificador del Espíritu, poder que reciben a través de Jesucristo, los libera del poder del pecado y de la muerte.

Romanos 8:2

El apóstol agregó que “Cristo, cuando aún éramos débiles, a su tiempo murió por los impíos”

Cuando éramos incapaces de salvarnos, Cristo llegó en el momento oportuno y murió por los pecadores.

Romanos 5:6

 Su muerte hizo posible que nuestros pecados fueran perdonados y pudiéramos recibir el Espíritu de Dios, lo que nos daría el poder espiritual de su hijo en la fe para combatir las debilidades de la carne