miércoles, 1 de septiembre de 2010

LEY DE DIOS

¡Cualquiera puede encontrar amor si da amor!



¡Si demuestras verdadero amor por la gente no te costará trabajo ganar amigos, porque el amor engendra amor! Cuando sinceramente te interesas por los demás y les demuestras amor, ellos se interesan por ti y te demuestran amor a ti también. Cuando siembras amor, recoges amor. Cuando siembras amistad, recoges amistad. Si das mucho amor, siempre te corresponderán con mucho amor: ¡es algo mutuo! (Gál.6:7)
¡El amor no puede fracasar! Adonde sea que lo dirijas, siempre se te devolverá en gran medida. No se puede dar sin obtener, no puedes otorgar sin que se te otorgue, y cuanto más des, ¡más recibirás! ¡Se multiplica y aumenta como los peces y los panes, la vasija de aceite y la tinaja de harina! (Mat.15:32-38; 1Re.17:10-16)
Hay a tu alrededor muchas otras personas que, igual que tú, viven solitarias y ansiosas de amor; ¡y a la espera de que des el primer paso! Por eso, ¡ama a alguien hoy! Da ese paso de fe y procura hacer feliz a alguien. ¡Descubrirás las maravillas que hace el amor! Descubrirás todo un mundo nuevo de amor que sólo en sueños habías presentido. En el amor hay maravillas que puedes disfrutar junto a otra alma solitaria, si simplemente lo intentas. Si das amor, ¡amor recibirás!

HABLA CON DIOS EN ORACION
Jesús, no quiero alejarme de Ti. No quiero tratarte con frialdad ni de modo insensible y distante. Quiero corresponder al amor inagotable, al cariño que me brindas. Has afirmado que el amor engendra amor. Te amo porque Tú me amaste primero. Gracias por el amor que me das para que yo a mi vez te ame a Ti. ¡Ojalá refleje siempre Tu amor a los demás!
Gracias por amarme primero. Gracias por aceptarme y recibirme tal como soy. Es una gran bendición tenerte y poder disfrutar de Tu amor; me inspira a entregártelo todo. Pondré todo mi empeño en amarte de todo corazón, con todas mis fuerzas y con toda mi alma. ¡Eres lo más valioso para mí. ¡Te quiero mucho!

Gracias, Jesús, por amarme. Me encanta sentir que Tu amor y Tu Espíritu me envuelven. Gracias porque continuamente velas por mí y me guardas. Te alabo y te amo.
Gracias porque no necesito obrar apoyándome en mis propias fuerzas. Para irradiar Tu luz y Tu amor me basta con dejar que actúes y vivas en mi interior. Gracias por hacer que me resulte tan fácil acudir a Ti y amarte. Al amarte y recibir Tu amor y Tus palabras, obtengo las fuerzas que necesito cada día.
Gracias por amarme aun cuando me olvido de darte las gracias y de manifestarte amor, y no pienso en Ti como debería. Tu amor es eterno, incondicional, hasta tal punto que trasciende mi comprensión humana. Gracias por el amor tan inagotable y tan personal que me tienes.
Gracias por ser mi Sumo Sacerdote, que me entiende y se identifica con mis necesidades e inquietudes. Gracias a Ti, no me falta nada. De todas mis preocupaciones te encargas Tú.

RESPUESTA DE TU CREADOR,AUTOR Y CONSUMADOR DE LA FE
Vierto muchos arroyos de Mi Palabra, con abundante y generoso caudal. Te he dado libre acceso a las bóvedas de los Cielos donde se guardan Mis tesoros. Están todas a tu disposición. Basta que me lo pidas. Te abro los depósitos del Cielo. Te doy libre acceso a Mi Palabra viviente, pues tienes necesidad de ella. Ten presente que la batalla espiritual se libra en la Tierra. Ahí es donde tienes necesidad de que Yo mismo te conduzca comunicándome directamente contigo, que te dé Mis órdenes explícitas, Mi caudal de sabiduría, y te enseñe Mi estrategia para ganar la guerra espiritual.
A ti, amado Mío, te concedo acceso a los almacenes del Cielo —siempre y cuando los abras con la mano de la fe—, a fin de que halles auxilio y fortaleza, instrucción y orientación en tu hora de necesidad.