domingo, 31 de agosto de 2014

LA ENTRADA DE SU CASA.

CRISTO ES LA PUERTA.
 Jesús tiene un encuentro con un maestro de israel
juan 3:3 Respondiendo Jesús y le dijo De cierto de cierto te digo que el que no naciere de nuevo no puede ver el reino de Dios verso 4 Nicodemo le dijo como puede un hombre nacer siendo viejo puede acaso entrar por segunda vez en el vientre de su madre y nacer verso 5 Respondió Jesús De cierto de cierto te digo que el que no naciere de agua y del espíritu no puede entrar en el reino de Dios
verso 6 lo que es nacido de la carne carne es y lo que es nacido del espíritu espíritu es Nicodemo aun siendo maestro de israel no conocía el reino de Dios porque su enseñanza estaba basada en lo terrenal como vemos en el libro de los hechos que el apóstol pedro despues que fue lleno del espíritu santo tubo su primer discurso y se convirtieron como tes milCristores pero pedro predicaba siendo guiado por el espíritu santo no por la ley dice en hechos 2:38
Pedro les dijo Arrepentíos y bauticese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados y resibisteis el don del espíritu santo
verso 39 porque para vosotros es la promesa y para vuestros hijos y para todos los que estan lejos para cuantos el Señor nuestro Dios llamare
verso 40 Y con otras muchas palabras testificaban y les exhortaban diciendo Sed salvos de esta perversa generación
verso 41 así que los que resivieron su palabra fueron bautizados y se Añidieron aquel dia como tres mil personas
verso 42 Y perseveran en la doctrina de los apóstoles en la comunión unos con otros en el partimiento del pan y en las oraciones
Aqui vemos el primer discurso del apóstol pedro después de ser lleno del espíritu santo ya no era aquel pedro que habia negado al Señor ya el espíritu santo lo habia llenado de su poder ya pedro habia nacido de nuevo ya se abia convertido en un siervo de nuestro Señor Jesucristo ya el pedro viejo habia muerto así como estos grandes siervos de Cristo nacieron de nuevo y predicaron su palabra nos es necesario a cada uno de nosotros nacer de nuevo para cristo y morir para el mundo porque si alguno esta en Cristo nueva criatura es las cosas viejas pasaron he Aqui todas son hechas nuevas 2 corintios 5:17


domingo, 15 de junio de 2014

SIGUE SIENDO PAPÁ PARA SIEMPRE.

                                                                        
Policia Con Cristo.
 
“Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios; por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoció a Él.” (1 Juan 3:1). Este pasaje comienza con un mandato: “¡Mirad!” Juan quiere que observemos las manifestaciones del amor del Padre. Él ha introducido el tema del amor de Dios en el capítulo anterior (1 Juan 2:5, 15), mencionado brevemente aquí, y ampliamente explicado en el capítulo cuatro. El propósito de Juan es describir la clase de amor que el Padre da a Sus hijos, “¡cuál amor!” La palabra griega traducida como “cuál amor” se encuentra sólo seis veces en el Nuevo Testamento y siempre implica asombro y admiración.

Lo que es interesante notar aquí, es que Juan no dice, “El Padre nos ama.” Al hacerlo, él estaría describiendo una condición. En lugar de eso, él nos dice que el Padre ha “derramado” Su amor en nosotros, y esto, a su vez, representa una acción y el alcance del amor de Dios. También es interesante notar que Juan ha elegido la palabra “Padre” a propósito. La palabra implica la relación padre-hijo. Sin embargo, Dios no se convirtió en Padre cuando nos adoptó como Sus hijos. La paternidad de Dios es eterna. Él es eternamente el Padre de Jesucristo, y a través de Jesús Él es nuestro Padre. Es a través de Jesús que recibimos el amor del Padre y somos llamados “hijos de Dios.”

Qué honor es el que Dios nos llame Sus hijos, y nos dé la seguridad de que como Sus hijos somos herederos y coherederos con Cristo (Romanos 8:17). En su Evangelio, Juan también nos dice que Dios le da el derecho de convertirse en hijo de Dios a todo aquel que mediante la fe, ha recibido a Cristo como su Señor y Salvador (Juan 1:12). Dios extiende Su amor a Su Hijo Jesucristo, y a través de Él, a todos Sus hijos adoptados.

Entonces, cuando Juan nos dice que “eso es lo que somos”, él declara la realidad de nuestro estado. Ahora mismo, en este preciso momento, somos Sus hijos. En otras palabras, esta no es una promesa que Dios cumplirá en el futuro. No, la verdad es que ya somos hijos de Dios. Gozamos de todos los derechos y privilegios que conlleva nuestra adopción, porque hemos llegado a conocer a Dios como nuestro Padre. Como Sus hijos, experimentamos Su amor. Como Sus hijos, lo conocemos a Él como nuestro Padre, porque experimentamos un conocimiento de Dios. Ponemos nuestra fe y confianza en Aquel que nos ama, nos provee, y nos protege como nuestros padres terrenales lo harían. También como los padres terrenales lo harían, Dios disciplina a Sus hijos cuando desobedecen o ignoran Sus mandamientos. Él lo hace para nuestro beneficio, “para que participemos de Su santidad.” (Hebreos 12:10).

Hay muchas formas en que las Escrituras describen a aquellos que aman a Dios y le obedecen. Somos “herederos de Dios y coherederos con Cristo.” (Romanos 8:17); somos “sacerdocio santo” (1 Pedro 2:5); somos “nuevas criaturas” (2 Corintios 5:17); y somos “participantes de la naturaleza divina” (2 Pedro 1:4). Pero más que todo lo anterior – más significativo que cualquier título o posición – es el simple hecho de que somos hijos de Dios y Él es nuestro Padre celestial.

miércoles, 12 de febrero de 2014

LA HABITACION DE JESUS.


El Padre y el Hijo, comparten el mismo Espíritu; que es el Espíritu de Yahweh.
Porque el Hijo y el Padre, son el mismo Yahweh,
El cual se manifiesta como le parece y sea de Su voluntad.
(((NO podemos desmembrar a Dios, en cada una de Sus manifestaciones)))
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Juan 1:1; y 1:14,
"En el principio era el Verbo, y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios.
...Y el Verbo se hizo carne, y habitó entre nosotros..."
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Deuteronomio 6:4 — Oye, Israel: Yahweh nuestro Dios, Yahweh UNO es.
Deuteronomio 32:39 — Ved ahora que yo, yo soy, Y NO HAY dIOSES CONMIGO
Isaías 43:10-11 — Vosotros sois mis testigos, dice Yahweh, y mi siervo que yo escogí, para que me conozcáis y creáis, Y ENTENDÁIS QUE YO MISMO SOY; antes de mí no fue formado dios, ni lo será despues de mí.
(11) Yo, yo Yahweh, y fuera de mí no hay quien salve.
Isaías 46:9 — de las cosas pasadas Acordaos desde los tiempos antiguos; porque yo soy Yahweh, y no hay otro Dios, Y NADA SEMEJANTE A MI.
Oseas 13:4 — Mas yo soy Yahweh tu Dios desde la tierra de Egipto; NO CONOCERÁS pues, OTRO dIOS FUERA DE MI,
NI OTRO SALVADAOR SINO A MI.
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Por tanto, NO puede haber DOS salvadores... sino que Él mismo es, manifestado en varias formas.
No confunda LA HABITACION....
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El Poderoso os bendiga