Un Llamado
Al Arrepentimiento
Desde entonces comenzó Jesús a predicar: « Arrepentíos , porque el reino de los cielos está cerca».
El tema del arrepentimiento comienza dentro del nuevo pacto con Cristo el es el soberano del reino continúa en el Nuevo Testamento la dispensación de la gracia con la presencia del espíritu de Dios encarnado desde Juan el Bautista (Mateo 3:2) hasta Jesucristo (Mateo 4:17); los dos llamaron urgentemente a la gente a arrepentirse porque la venida del Reino de Dios estaba cerca. Muchos decidieron cambiar radicalmente sus vidas y lo demostraron con el bautismo (Marcos 1:4) y con un profundo cambio en su estilo de vida y en sus relaciones interpersonales con todo dentro de la integridad de su palabra.
Hay tres palabras griegas utilizadas en el Nuevo Testamento que nos ayudan a entender el significado completo del arrepentimiento en la Biblia. La primera es el verbo metamelomai, que indica un cambio de mentalidad que produce dolor o incluso remordimiento por los errores cometidos, pero que no es necesariamente un cambio de corazón y de acción. Esta palabra se usa en Mateo 27:3 para describir la culpa que sentía Judas por haber traicionado a Jesús.
El segundo verbo, metanoeo, significa "cambiar de opinión y de objetivo, gracias al conocimiento adquirido". Este verbo y su sustantivo relacionado, metanoia, indican el verdadero arrepentimiento bíblico, caracterizado por cuatro elementos:
1) El verdadero arrepentimiento conlleva un cierto sentido de conciencia de nuestra propia culpabilidad, pecaminosidad e insuficiencia (Salmo 51:4-12; 109:21-22).
2) El verdadero arrepentimiento comprende o se aferra a la misericordia de Dios que se encuentra en Jesucristo (Salmo 51:1; 130:4).
3) El verdadero arrepentimiento significa un cambio de actitud y acción con respecto al pecado. El odio al pecado hace que la persona arrepentida se aleje de él y se vuelva hacia Dios (Salmo 119:128; Job 42:5-6; 2 Corintios 7:10).
4) El verdadero arrepentimiento produce una radical y persistente búsqueda de una vida santa, caminando siempre con Dios en obediencia a Sus mandamientos (2 Timoteo 2:19-22; 1 Pedro 1:16).
La misión de Jesucristo se centraba en llamar a los pecadores al arrepentimiento: "No he venido a llamar a justos, sino a pecadores al arrepentimiento " (Lucas 5:32). El llamado a la entrega absoluta es para todas las personas: "Antes si no os arrepentís, todos pereceréis igualmente". (Lucas 13:5). Al despedirse de los discípulos, Jesús les ordenó que llevaran Su mensaje de arrepentimiento y fe a todo el mundo (Lucas 24:47).
El arrepentimiento en la Biblia implica un cambio completo e irreversible de mente, corazón y acciones. El arrepentimiento reconoce que nuestro pecado es una ofensa para Dios. Arrepentirse significa dar una vuelta completa, un giro de corazón desde el ego hacia Dios, desde el pasado hacia un futuro dirigido por los mandamientos de Dios, reconociendo que el Señor reina por encima de nuestra existencia.