Salmos 89:1
Dios mío, siempre alabaré tu gran amor, que nunca cambia; siempre hablaré de tu fidelidad, ¡tan firme como el cielo!
¡Mil gracias, Señor mi Dios, por este nuevo día!
Hoy agradezco a mi Señor porque puedo disfrutar de este día tan bonito que acaba de comenzar.
Yo sé que hoy veré a Dios actuar en nuestra vida de familia y en nuestras circunstancias y sentiremos gratitud.
Hoy quiero comenzar el día diciendo: ¡Gracias, Señor!
Cuando veo tus obras y la creación que nos rodea, nuestro corazón se llena de gozo por la compañía de nuestros hi@S. Te alabo, Papá.
No hay comentarios:
Publicar un comentario