jueves, 10 de noviembre de 2022

Un Mundo Globalizado

 

La humanidad experimentará una gran transformación espiritual


Entre el cielo y el infierno

Nuestros Dias Apocalipticos

Todos tus aliados te empujarán a la frontera, los que han hecho tratados de paz contigo te engañarán y te someterán. Los compañeros en que tanto confías te pondrán trampa sin que te des cuenta.

Abdías 1:7

Satanás el diablo, el invisible “dios de esta era” que “engaña al mundo entero” (2doCorintios 4:4Apocalipsis 12:9), será obligado a apartarse de la humanidad para que ya no pueda influir en las personas y llevarlas por su sendero de engaño y muerte: “Vi a un ángel que descendía del cielo, con la llave del abismo, y una gran cadena en la mano. Y prendió al dragón, la serpiente antigua, que es el diablo y Satanás, y lo ató por mil años; y lo arrojó al abismo, y lo encerró, y puso su sello sobre él, para que no engañase más a las naciones, hasta que fuesen cumplidos mil años” (Apocalipsis 20:1-3).

Una vez que Satanás, la fuente de toda mentira y engaño, sea encerrado, toda la humanidad aprenderá acerca del Dios verdadero y llegará a conocerlo a él y su camino de vida: “No harán mal ni dañarán en todo mi santo monte; porque la tierra será llena del conocimiento del Eterno, como las aguas cubren el mar” (Isaias 11:9).

Cuando Satanás ya esté fuera del panorama y las personas por fin puedan aprender sobre el Dios verdadero y su forma de vida, Dios ofrecerá su Espíritu a todos los seres humanos para que puedan ser convertidos espiritualmente. Para ello comenzará con su pueblo Israel, a quien usará de modelo de lo que hará por toda la humanidad: “Y les daré un corazón, y un espíritu nuevo pondré dentro de ellos; y quitaré el corazón de piedra de en medio de su carne, y les daré un corazón de carne, para que anden en mis ordenanzas, y guarden mis decretos y los cumplan, y me sean por pueblo, y yo sea a ellos por Dios” (Ezequiel11:19-20; ver también Hechos 2:17-18).

El hecho de recibir el Espíritu de Dios no elimina su ley, como muchos creen, sino que, por el contrario, es el medio de interiorizar esa ley en los corazones y mentes de las personas para llegar a conocerlo verdaderamente: “Pero este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice el Eterno: Daré mi ley en su mente, y la escribiré en su corazón; y yo seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo. Y no enseñará más ninguno a su prójimo, ni ninguno a su hermano, diciendo: Conoce al Eterno; porque todos me conocerán, desde el más pequeño de ellos hasta el más grande, dice el Eterno; porque perdonaré la maldad de ellos, y no me acordaré más de su pecado” (Hebreos 8:10-12).

No hay comentarios: