Un proceso de vida en el que aprendemos día a día.
Siempre la valentía de su camino se hace visible por la fe y el testimonio de su palabra una enseñanza dentro de su gracia y sabiduría inacabada.
La palabra de Dios es el contenido de nuestra formación como principio del camino en relación con la sangre de Cristo la que revela y descubre la verdad que nos nutre del carácter que debe andar por la sabiduría de su espíritu un proceso de valor y compañía en la cual reposamos por su paz y santidad trascendemos como pueblo y familia.
“Habéis, pues, de serme santos, porque yo Jehová soy santo, y os he apartado de los pueblos para que seáis míos.”
Levítico 20:26 RVR1960
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